El 12 de octubre se celebra en Argentina el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Esta nueva denominación del feriado que recuerda la llegada de Cristóbal Colón al continente americano es un reconocimiento de la variedad de pueblos y culturas que tiene nuestro continente, luego de siglos de exterminio, colonización e imposición cultural.
Sin embargo, es mucho lo que aún falta hacer para que la diversidad cultural sea valorada y promovida como un valor positivo en nuestra sociedad. Más allá de los avances legislativos, en Argentina hay escasa información sobre la diversidad cultural existente. En particular, el Estado debe reconocer la variedad de lenguas indígenas habladas y en proceso de recuperación. Al día de hoy, solamente la provincia de Corrientes reconoció al idioma guaraní como cooficial en su territorio.
Por otra parte, hay pueblos y comunidades enteras que no poseen reconocimiento oficial, pese a haber recomendaciones de organismos internacionales en este sentido. La provincia de Formosa no reconoce al pueblo nivaĉlé, lo que implica que sus habitantes no acceden a derechos básicos como educación y salud.
La interculturalidad también implica reconocer el vínculo que los pueblos originarios mantienen con sus territorios como espacios de sabiduría, espiritualidad, tradición y vida comunitaria. La protección de estos entornos, mediante leyes que garanticen la propiedad comunitaria de sus territorios ancestrales y protejan efectivamente al medioambiente, es una deuda pendiente que los Estados nacionales y provinciales tienen con las comunidades. No hay respeto a la diversidad cultural cuando el productivismo prevalece sobre el derecho de los pueblos a la vida en comunidad en sus territorios.
Por último, los medios de comunicación públicos y privados deben mostrar la diversidad cultural existente. Es importante ejercer una comunicación respetuosa para con los pueblos originarios. Los medios de comunicación deben evitar discursos discriminatorios que perpetúan la violencia simbólica contra estos pueblos. Además, es importante que muestren a las comunidades como sujetos de derechos y protagonistas en la construcción de una sociedad diversa y plural.
La diversidad cultural es una realidad de nuestras sociedades y un hecho positivo que fortalece su carácter democrático y plural. Es responsabilidad de los Estados y de la sociedad reconocerla y promoverla como parte de nuestro patrimonio cultural y como un derecho humano que asiste a las personas y los pueblos. Por eso, desde APCD, este 12 de octubre reafirmamos el derecho de todas las personas a hablar sus lenguas y vivir de acuerdo a su cultura de origen, y reclamamos políticas públicas que tiendan a garantizar efectivamente estos derechos sin discriminaciones.
Te invitamos a conocer el manual que elaboramos con pautas y sugerencias para hacer una comunicación respetuosa para con los pueblos indígenas.