Serie chaguar, parte III: la tintura del hilo

Una vez que se obtuvo el hilo, tal como contamos acá, comienza otro proceso apasionante: el de la tinción para darle sus característicos colores. En esta nota te contamos sobre el uso de distintas técnicas para teñir los hilos, en el paso previo al tejido.

El pueblo Wichí se ha caracterizado por usar numerosos colorantes naturales, con los que puede obtenerse una rica gama de colores que van del negro al rojo, amarillo, naranja, marrón y verde.

Cada color y tono surgen de distintos elementos naturales, muchas veces específicos de cada comunidad. Así, por ejemplo, el marrón y el negro se obtienen de la resina del algarrobo tanto blanco como negro, además de fruto molido del guayacán. El rojo, en cambio, se extrae de la corteza del tallo o de la raíz del pata, y también de la corteza del tallo del palo coca o tipa colorada.

Los tonos de la gama del amarillo y naranja se pueden obtener tanto de un liquen llamado “sajasta” como de las hojas del abreboca y el ancoche. Por otra parte, el color verde-amarillento se forma usando yerba mate, aunque dicha planta no sea originaria de la zona. 

Una vez obtenido el color a partir de la trituración con la mano o el mortero, o del troceado, se debe proceder a su cocción. Las artesanas cubren completamente con agua el polvo y los trozos de las partes colorantes y los ponen a hervir por aproximadamente media hora, hasta que el agua esté bien coloreada. En ese momento se retira del fuego, se deja entibiar y se colocan los hilos de chaguar, que se dejan en remojo por al menos un día. Luego, se ponen a secar al sol. La única excepción a este proceso es la de los colores amarillos y naranjas, donde en vez de hervirse la mezcla con agua se deja al sol hasta que se colorea. 

Luego de la tinción, se pueden usar algunas sustancias conocidas como “mordientes”, que permiten modificar el tono y mejorar la tinción. Así nos lo explica Anahí Herrera Cano, licenciada y doctoranda en Biología por la Universidad de Buenos Aires: “Los mordientes son sustancias que permiten mejorar la fijación del colorante a la fibra, de forma que no se pierda el color por exposición a la luz o al agua, por ejemplo, o bien que permiten la obtención de un color final diferente al que originalmente presentaba el material tinte (por ejemplo permiten cambiar el tono o directamente el color). El cambio de color depende de la combinación usada de colorante natural y mordiente. Por ejemplo la resina de algarrobo blanco tiñe en la gama del marrón oscuro sin el agregado de barro negro (que sería el mordiente en este caso), mientras que usando el barro se le da color negro.”

La mayoría de los mordientes son productos inorgánicos, tales como barro o sales, aunque pueden encontrarse algunos orgánicos como los taninos presentes en distintas plantas. Otro dato interesante sobre los mordientes es que, en el Gran Chaco, su uso es siempre posterior a la tinción, lo que se conoce como “post-mordentado”; en cambio, en la zona andina es más frecuente el pre-mordentado, donde los hilos primero se exponen al mordiente y luego se tiñen. El uso de mordientes es importante para obtener colores como el negro o el blanco, ya que permiten oscurecer o aclarar otros tonos como el marrón. 

Si bien hace ya algunas décadas comenzaron a utilizarse anilinas como colorantes sintéticos, en los últimos años hubo un resurgimiento del interés por los colores naturales. Esto permite no solo contribuir a la conservación y revalorización de los conocimientos y vivencias ancestrales de los pueblos, es decir, su patrimonio cultural, sino, además, al cuidado del medio ambiente y el territorio, puesto que los colorantes sintéticos son muy contaminantes, en parte debido a que son muy poco biodegradables, lo que ocasiona que la industria textil sea una de las principales fuentes de contaminación del planeta. Si bien debe hacerse un uso responsable y sustentable de los tintes naturales, siguen siendo la mejor forma de preservar el medio ambiente y la diversidad cultural que, de la mano de las artesanas, nos enriquece como sociedad democrática.

No te pierdas nuestra próxima entrega sobre el tejido con los hilos ya teñidos del chaguar. Mientras tanto, te invitamos a que compartas esta nota y sumes tu voz para el cuidado del medio ambiente y la diversidad cultural. ¡Hasta la próxima!

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