Queridos amigos y amigas, compañeros y compañeras de ruta, socios y socias de APCD:
nos encontramos culminando un año muy particular, que dejará marcas indelebles tanto en nuestras vidas como en la historia de nuestros pueblos y organizaciones. A continuación, les compartimos una breve memoria de nuestra acción en este período tan complejo y desafiante, que nos puso a prueba y nos impulsó a aprender y reinventarnos, siempre en la defensa de una sociedad más justa, plural y diversa.
Nuestra labor en el territorio con las comunidades Wichí y Nivaĉlé del centro y oeste de la provincia de Formosa continuó con gran intensidad, respetando las medidas de prevención y cuidado dispuestas por las autoridades. Durante 2020, abordamos las siguientes líneas de trabajo:
- Finalizamos el proyecto hídrico que incluyó obras de captación, transporte, almacenamiento y filtración de agua, además de capacitación agropecuaria y facilitación en el acceso a programas sociales para las familias Nivaĉlé de la provincia de Formosa.
- Desarrollamos talleres de capacitación y formación en arte con jóvenes Wichí, con particular atención en la prevención del consumo problemático de sustancias.
- Impulsamos actividades de molienda y utilización de harina de frutos del monte, especialmente de algarroba, en un año caracterizado por una intensa sequía. Estas labores se llevaron a cabo en varias comunidades como Fa´aicucat, Río Muerto, San Miguel, Tres Pozos, Lote 47 y Lote 27.
- Fortalecimos los lazos de pertenencia de las familias en sus territorios, a través de la comunicación de y con los pueblos indígenas, y desarrollamos campañas de sensibilización hacia el conjunto de la sociedad argentina sobre temáticas relativas a desarrollo sustentable, biodiversidad y medioambiente.
- Realizamos acciones de fortalecimiento institucional y proyectos con las familias Wichí y Nivaĉlé, destacándose la adquisición de un nuevo vehículo institucional, Toyota doble cabina.
- Comenzamos una estrategia de capacitación y visibilidad en torno de la necesidad de que se sancione una Ley de Propiedad Comunitaria Indígena, articulando acciones con organizaciones no gubernamentales e indígenas. Este será un eje fuerte de trabajo durante el próximo año que buscará reparar las injusticias históricas que sufren los pueblos indígenas en el acceso y propiedad de las tierras que ancestralmente ocupan.
Los anteriores ejes de trabajo fueron desarrollados en conjunto con las siguientes comunidades:
Las comunidades Nivaĉlé de Fa´aicucat, Rio Muerto, Tisjucat, Lamadrid y San Miguel, además de las familias de Las Lomitas, Media Luna y San Cayetano, que incluyen aproximadamente a 600 personas.
Las comunidades Wichí de Tres Pozos, Lote 27, Pantalla, Pampa 20, Lote 47 y el Pajarito, especialmente con sus juventudes, lo que incluye alrededor de 200 jóvenes.
Las comunidades Wichí y Nivaĉlé en su conjunto en lo referente a la evacuación de dudas, consultas y fortalecimiento de su identidad comunitaria y cultural.
Las comunidades Wichí del oeste, en articulación con el Equipo de Edipa Oeste.
Las medidas de aislamiento y distanciamiento social dispuestas por las autoridades afectaron parcialmente nuestra operatoria, y generaron la necesidad de profundizar procesos de reflexión y revisión interna que sirvieron para redefinir ejes de acción a futuro y fortalecer la identidad institucional. Se cerraron proyectos y se elaboraron otros nuevos, y se elaboraron los informes respectivos. Se avanzó en la definición de nuevos horizontes y en la exploración de nuevas alianzas institucionales que permitan, en un futuro, potenciar nuestra labor.
La pandemia dejó al descubierto las inequidades que persisten en relación con los pueblos indígenas, quienes se vieron más afectados en su capacidad de tener una participación plena en las cuestiones que los afectan, y se encontraron sujetos a intensas medidas de control social. Frente a la emergencia sanitaria, apoyamos la producción de mensajes y materiales comunicacionales en las lenguas nativas para prevenir la expansión de la pandemia y fomentar hábitos de cuidado individuales y comunitarios.
Todas estas acciones se potenciaron con la puesta en marcha de un plan integral de comunicación y desarrollo de fondos, que sistematizó y profesionalizó la labor que históricamente desarrolla APCD. En este sentido, cabe destacar la actualización de la página web con información nueva que refleja la acción presente de la organización. De similar manera, modificamos el nombre en el perfil de Facebook, agregando la frase “Cultura en movimiento” que da cuenta de la vitalidad de las culturas de los pueblos indígenas como factores clave del desarrollo sustentable en la apuesta por construir una sociedad más justa y democrática.
La pluralidad de voces y miradas que compone nuestra organización encontró un lugar destacado en la publicación de testimonios de varias personas que nos acompañan en este camino de la promoción de la cultura y los derechos de los pueblos indígenas, y que nos enriquecen con la diversidad de sus saberes y experiencias.
La sensibilización sobre las temáticas de derechos de los pueblos indígenas, diversidad cultural y medioambiente fue un eje destacado de nuestra labor comunicativa. En el mes de octubre lanzamos una campaña de concientización y captación de fondos sobre los derechos de los pueblos indígenas, muchos de ellos reconocidos legalmente pero sin aplicación en la práctica. Elaboramos y difundimos distintos materiales relativos a la situación de las mujeres indígenas, derechos medioambientales, especies de flora y fauna destacadas de la región del Gran Chaco, pobreza y desarrollo, diversidad cultural, educación y gastronomía sustentable, entre otros temas.
Particularmente destacable resulta la publicación de un completo informe sobre la deforestación en la región del Chaco Seco en general y de la provincia de Formosa en particular, que generó un gran interés tanto en diversos medios periodísticos como en espacios académicos y de toma de decisiones políticas.
Realizamos y compartimos entrevistas a especialistas en problemáticas de gran actualidad, tales como la violencia de género, y también a referentes del ámbito artístico y cultural con reconocido compromiso con la causa de los pueblos indígenas.
Esta intensa labor comunicativa se vio potenciada con el rediseño de la estética general de la organización, la cual se actualizó y profesionalizó reflejando de manera acabada los valores que sostenemos como guía de nuestra acción.
Vinculado con lo anterior, potenciamos las acciones de desarrollo de fondos, iniciando una campaña de captación de donantes particulares, a la vez que intensificando la elaboración y presentación de proyectos nacionales e internacionales, en los que logramos buenos resultados que con seguridad permitirán continuar y fortalecer nuestra acción en el futuro.
El 2020 fue un año sumamente complejo y desafiante. Sin embargo, logramos sobreponernos a las adversidades y pudimos consolidar un camino de aprendizajes y crecimientos que fortaleció nuestro trabajo y nos potenció de cara al futuro. Nada de esto hubiera sido posible sin la inestimable colaboración, apoyo y acompañamiento de las agencias estatales e internacionales que nos confiaron proyectos, las organizaciones compañeras que compartieron recursos y saberes, las familias que aunaron esfuerzos, los y las colaboradores/as que se pusieron al hombro las acciones necesarias, y los y las donantes particulares que con su solidaridad permitieron construir un futuro mejor y más sustentable.
Es nuestro más sincero deseo que el 2021 nos encuentre trabajando en conjunto para que los derechos de los pueblos indígenas sean una realidad cada vez más palpable que permita habitar en un mundo mejor. Los y las invitamos a seguir acompañándonos en este proyecto; ¡construyamos un futuro más justo para todos y todas!
Con el deseo de que pasen unas felices fiestas y tengan un gran Año Nuevo,
Equipo de APCD.