COVID-19 en Formosa: la palabra de APCD

Material elaborado por la Red de Comunidades Rurales.

 

El pasado 31 de diciembre se detectó la presencia del virus de COVID-19 en el oeste de la provincia de Formosa, concretamente en la ciudad de Ingeniero Juárez. A partir de un foco en el hospital local, el virus comenzó a circular en la zona, llegando a las comunidades Wichí que residen en la región.

Si bien la provincia de Formosa continúa siendo la que menos casos registra a nivel nacional, se encuentra en una curva ascendente de casos. La ciudad capital, así como Clorinda e Ingeniero Juárez, se encuentran bajo cierres sanitarios; en particular el de Ingeniero Juárez repercute en ciudades y pueblos en los departamentos occidentales de Bermejo y Ramón Lista. Los departamentos de Matacos  y Ramón Lista hoy se encuentran bajo aislamiento sanitario.

La aparición de casos en integrantes de las comunidades indígenas reflotó prácticas y discursos discriminatorios que dieron lugar a situaciones problemáticas. En particular, se evidencia la falta de información apropiada sobre la pandemia y su manejo sanitario, que refuerza temores y prejuicios contra los pueblos indígenas al hacerlos responsables por contagiarse, ignorando la complejidad de factores que determinan la evolución de la pandemia. La falta de una perspectiva intercultural, que incluya información en las lenguas indígenas correspondientes, contribuye a esta situación de incertidumbre y temor. Por otra parte, se produce una tensión entre el enfoque comunitario de la salud que poseen los pueblos indígenas y el concepto de aislamiento social que se sostiene desde el sistema de salud no indígena.

El aislamiento de casos confirmados y sospechosos se realizó muchas veces en lugares desconocidos para los familiares de las personas infectadas, y con traslados efectuados por personal policial, el que incurrió en ocasiones en maltratos a los pacientes de pueblos originarios. lo que agregó mayor incertidumbre e inquietud a una situación ya de por sí preocupante.

Frente a esta situación, desde APCD y en articulación con la Fundación Manos de Hermanos, el Centro Barrial Enrique Angelelli, la parroquia María de la Merced (de Ing. Juárez) y EDIPA Oeste, encaramos la tarea de mantener informada a las comunidades, acercando un mensaje de prevención, cuidado y esperanza. Colaboramos con la elaboración de materiales de difusión realizada por la Red de Comunidades Rurales sobre hábitos de higiene y cuidado en lengua wichí y nivaĉlé, encaramos la publicación y difusión de un boletín informativo, y participamos en numerosas reuniones con referentes de las comunidades y autoridades sanitarias a fin de consensuar un plan de acción que contemple las necesidades particulares de las comunidades indígenas.

Luego de una asamblea sostenida en Potrillo, organizada por las comunidades, se resolvió solicitarle a la Comisión Provincial COVID-19 que se autorice el retorno de pacientes y acompañantes de alta en Formosa capital a sus comunidades, que los centros de aislamiento brinden una atención respetuosa y se localicen cerca de las comunidades de residencia de las personas infectadas, que se tenga en cuenta la perspectiva intercultural incorporando personal perteneciente a los pueblos originarios en los laboratorios, tomas de hisopado y atención en centros de salud; que se refuerce el personal de salud en los hospitales de la región, y que cesen los maltratos de las fuerzas de seguridad.

La salud es un derecho humano integral que debe ser garantizado a todas las personas sin distinción, en el marco del respeto a la diversidad cultural. Desde APCD nos solidarizamos con todas las personas afectadas y acompañamos a los pueblos originarios del centro y oeste de la provincia en este difícil momento en que debemos reforzar el cuidado individual y comunitario.

 

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