En la región del Gran Chaco, las estaciones climáticas están bien marcadas debido al clima semiárido. El pueblo Wichí divide el año en cuatro estaciones: “fwiyetil” (“frío”), entre mayo y julio; “inawop” (“época de la flor”), en agosto y septiembre; “yachep” (“época del cultivo”), entre octubre y febrero; y “chezlchup”, (“época de la semilla del quebracho colorado”), entre marzo y abril.
De estas estaciones, la más próspera es la de yachep, llamada también “shnôvepún´in” por el pueblo Nivaĉlé. Esto se debe a que es la que mayores temperaturas y lluvias registra, lo que permite cosechar abundantes frutos, especialmente las chauchas de algarrobo blanco. Por eso, se considera que esta época del año es un tiempo de abundancia en el que se festeja en contraste con los tiempos del invierno, caracterizados por el frío, la sequía y la escasez.
La algarroba es un elemento vital de la alimentación de los pueblos Wichí y Nivaĉlé. Los frutos del algarrobo blanco, llamado “fwaái” en lengua Wichí, son recolectados por las mujeres de las comunidades, y utilizados para producir distintos alimentos, entre ellos la aloja, una bebida fermentada que anima las fiestas donde se canta, se baila y se tocan instrumentos hasta el amanecer. Estas fiestas, además de ser momentos de celebración, encuentro y romance, son también espacios de prácticas espirituales y de sanación, ya que los chamanes pueden convocar y ahuyentar a los espíritus malignos que también son considerados más frecuentes en este período del año.
Con el comienzo de la evangelización en la zona a partir de la década de 1920, y su afianzamiento hacia los años 40, muchas de estas costumbres tradicionales se han ido perdiendo o modificando, en sincretismo con las prácticas cristianas. Actualmente, la comunidad de Tres Pozos (Formosa) es uno de los lugares donde más se continúa celebrando la tradicional fiesta que mantiene viva la cultura del pueblo Wichí.
Por otra parte, la molienda de algarroba se ha mecanizado, lo que permite producir una mayor cantidad capaz de ser aprovechada en diversos emprendimientos sustentables. La harina de algarroba así obtenida se convierte en un alimento sabroso y saludable, utilizado en la elaboración de numerosas recetas tanto indígenas como no indígenas, tales como rellenos de tartas, budines, flanes y hasta pan dulce.
Yachep representa un tiempo de festejos, abundancia y agradecimiento por los frutos que la naturaleza provee.
Podés conocer más sobre Yachep en este audiovisual que realizó APCD con Cinewus:
Desde APCD trabajamos con los pueblos Wichí y Nivaĉlé en la recuperación y revalorización de sus tradiciones y cultura, lo que contribuye con la construcción de una sociedad más sustentable, justa, diversa e inclusiva. Vivir de acuerdo a las propias creencias y cultura es un derecho humano, y en APCD trabajamos diariamente para que ese derecho sea una realidad para los pueblos indígenas del Gran Chaco.
Fuentes:
- “Yachep, el tiempo de los frutos”: https://www.youtube.com/watch?v=2d5kVRNnk7c y https://www.youtube.com/watch?v=eROyTNAIp7c, CINEWUS y APCD
- “La buena voluntad wichí: una espiritualidad indígena”, John Palmer, Editorial APCD
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