Hay una idea consensuada tácitamente en nuestra sociedad: el progreso es sinónimo del avance de la tecnología para producir más y mejor. Sin embargo, en esta concepción los bosques nativos y la naturaleza toda están en peligro. Actualmente predomina el modelo de producción extractivista, que impone la explotación de recursos naturales, especialmente en países pobres. Frente a este panorama proponemos una tierra con memoria.
En 2020 desde APCD elaboramos el documento “La desforestación de nuestros bosques nativos”, una investigación que cruza datos oficiales, entrevistas a pobladores de la región del Gran Chaco y un arduo trabajo de relevamiento territorial, para conocer el estado de situación de los bosques en relación a las prácticas extractivistas de desmonte. Los resultados dan cuenta de una emergencia: cuidar los bosques nativos. La República Argentina está “entre los diez paises que mayor pérdida neta de bosques en el mundo en el período 2000-2015”.
El Gran Chaco es la región más afectada, y la razón de los desmontes se relaciona con la explotación de tierras para la agricultura y la ganadería, especialmente de oleaginosas y cereales.
Cómo el desmonte afecta a las comunidades indígenas
Los pueblos originarios se vinculan con el bosque de un modo diferente al modelo extractivista. Es importante destacar que las comunidades ven al bosque como una unidad indisoluble con su forma de vida. En pocas palabras: los pueblos originarios son parte del bosque.
Es por eso que el desmonte no solo los aliena de su principal fuente de alimento y resguardo y les priva de su derecho legítimo de habitar su territorio, sino que los condena de alguna manera a buscar nuevas formas de vida para subsistir.
Entre las fuentes de nuestro documento se encuentra el informe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible: “Causas e impactos de la desforestación de los bosques nativos de Argentina y propuestas de desarrollo alternativas”, donde se explica que desde 2016 las comunidades indígenas fueron desplazadas en la región del Chaco Seco, afectando su economía regional y concentrando la tierra en pocas manos, así como los recursos naturales.
La política frente al desmonte: ¿transformamos o perpetuamos el modelo?
Con el permiso de los gobiernos provinciales, en Argentina se extinguen bosques, se realiza minería a cielo abierto, se contamina y se malgasta el agua potable.
En este panorama las comunidades son re victimizadas, ya que se las expulsa de su tierra nuevamente para dar paso al modelo económico imperante: la explotación sin límites.
La legislación actual no condena las prácticas que afectan los ecosistemas como delitos ambientales. En este contexto, el debate político que atraviesa la Argentina pasa por discutir el progreso desde un ideal que busca parecerse a países de Europa o a los Estados Unidos, pero desestima el territorio que estamos perdiendo, el impacto de las modificaciones -ya sea por desmonte, contaminación o extinción de especies.
La urgencia de preservar los bosques nativos
Desde APCD reivindicamos el bosque como organismo vivo de las comunidades, la urgencia de defender los ecosistemas naturales y exigimos que los estados nacionales hablen de delitos ambientales.
Proteger los bosques nativos no solo tiene un valor ambiental, social y cultural, es clave para preservar el bienestar de toda la sociedad y en particular de las comunidades que lo habitan.