«Lawhäy Wuhuy» o «Los dueños del tiempo» un documental de Andrés Meyer con el Pueblo wichí

Rodaje del documental «Lawhäy Wuhuy» en Formosa. Gentileza Andrés Meyer.

Durante 2017 y 2018 el documentalista Andrés Meyer y su equipo realizaron el rodaje de «Lawhäy Wuhuy», en castellano «Los dueños del tiempo» en varias localidades del oeste de Formosa. Es un documental que según Meyer  «está dedicada a las comunidades Wichí» que busca contar la vitalidad de este pueblo, su historia, su cultura y especialmente su presente «mostrando su fuerza como pueblo, sus tradiciones, habilidades y costumbres para que sean conocidos como se merecen por todos tanto en nuestro país como en el exterior».

En esta entrevista se profundiza cómo fue el proceso de rodaje:

  1. ¿Por qué decidiste trabajar con el pueblo Wichí? ¿Qué te motivó a realizar «Los dueños del tiempo»?

Nuestra idea era continuar con los documentales sobre comunidades originarias después de haber trabajado con los Warao del Delta del Orinoco de Venezuela (Hijas de la Luna), los Chiquitanos de Bolivia (Donde la Música Sueña), una comunidad Mbya-Guaraní en Misiones (Tamandua) y sobre la líder colla Rosario Quispe en Jujuy (Warmi).

Ese propósito nos llevo a pensar en las etnias de Formosa, y a través de amigos en común tuvimos la oportunidad de conocer a los padres Francisco Nazar y Juani Rosasco [del Equipo Diocesano de Pastoral Aborigen – EDIPA], quienes nos abrieron las puertas para hacer el trabajo con el pueblo Wichí. El propósito de nuestros trabajos, que no son comerciales, es documentar las tradiciones y forma de vida de estos pueblos para que las mismas no se pierdan y queden registradas para las futuras generaciones.

  1. ¿De qué manera trabajaste con la diversidad lingüística que se puede ver en tu película? ¿Hubo traductores, intérpretes?

La idea original en nuestro viaje de preproducción, para saber si las comunidades estaban dispuestas a colaborar con el proyecto, fue comentarles que el documental iba a ser para el propio pueblo Wichí, y que consecuentemente sería realizado en su idioma.

Reconozco que fue una propuesta muy osada, ya que al no entender el idioma, iba a ser muy difícil, no sólo filmar sino especialmente editar la película. Pero tuvimos la suerte de contar con un joven wichí, Raúl Toribio de Ingeniero Juárez (Formosa), conocedor, no sólo de ambos idiomas, sino con experiencia en filmaciones, quien nos ayudó durante toda la filmación, y después para la edición nos tradujo todos los audios del wichí al español. Lo invitamos a Buenos Aires para pulir y darle el toque final a los audios de la película. Sin su colaboración hubiera sido una misión imposible.

  1. ¿Cómo fue filmar en Formosa? ¿Cómo te contactaste con las comunidades?

Filmar en Formosa no tuvo inconvenientes. Presentamos en la gobernación un escrito diciendo lo que íbamos a hacer y pudimos trabajar con total tranquilidad y con un gran apoyo de las distintas comunidades con la participación de varios miembros de las mismas, que relataron sus vivencias. A la colaboración de los padres Nazar y Rosasco, se sumó el apoyo de nuestros amigos de APCD que también ayudaron con sus consejos y recomendaciones. A través de Gustavo Núñez [coordinador del área de jóvenes de APCD] nuestro agradecimiento a todo ese equipo. También merece nuestro agradecimiento los relatos del Padre Nazar en la película que le dieron a la historia la fuerza necesaria y al apoyo logístico del Padre Juani en todo el proceso. Sin ellos filmar como lo pudimos hacer hubiera sido casi imposible.

  1. ¿Cuál fue el mayor desafío del rodaje? ¿Tenés alguna anécdota?

El mayor desafío fue filmar en un idioma que no conocíamos, confiando ciegamente en nuestro traductor Raúl Toribio que nos tuvo mucha paciencia y realizó un trabajo excepcional.

Cuando filmamos desde nuestro drone aéreo la pesca sobre el Pilcomayo, nos llegó la información que alguien había denunciado a la policía que con el drone estábamos envenenado el río y que la policía nos buscaba. Fuimos entonces al destacamento policial, nos presentamos y mostramos la carta presentada en la gobernación, y todo quedo aclarado.

 

La película se estrenó en Buenos Aires en 2018 y luego se distribuyeron 500 copias en las escuelas de las comunidades y a quienes participaron del proyecto. Fue distribuida en Argentina y en el exterior, siempre el audio en wichí, fue subtitulada al castellano y al inglés.

Para tener más información visitar su sitio web. Podés ver el documental completo acá:

 

Los dueños del Tiempo from Ocala Producciones on Vimeo.

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