Nos unimos en contra de la deforestación: nos visitan integrantes de Greenpeace

La deforestación avanza y parece no tener sanción alguna. Mientras se arrasa con el territorio del Gran Chaco, vemos que lo mejor es construir alianzas. Por eso, recibimos a integrantes de Greenpeace, una organización que, al igual que nosotros, entiende que es hora de poner fin a esta devastación.

Miembros de Greenpeace y pobladores wichí junto a integrantes de APCD.

El encuentro de Greenpeace forma parte de un recorrido que esta vez se realizó con comunidades wichí de Tres Pozos.

El monte es tierra con memoria y es parte de un ecosistema que incluye a todas las especies. Por eso recibimos la visita de integrantes de Greenpeace Argentina, que vinieron a trabajar y conocer el territorio. En oportunidades anteriores conocieron las comunidades nivaĉle de Tisjucaat y Fwaiacucaat.  En esta ocasión visitaron la comunidad wichí de Tres Pozos y la recorrida a otras localidades quedó suspendida por el mal estado de los caminos y accesos. El encuentro tuvo como propósito fortalecer los lazos entre ambas organizaciones y poner en común reflexiones sobre la deforestación.

En el último informe actualizado en enero de este año, Greenpeace reveló que se deforestaron más de 150.000 hectáreas en el norte del país durante el 2024. Las provincias más afectadas fueron Santiago del Estero y Chaco, donde la mayor parte de los desmontes fueron ilegales. Estas cifras nos preocupan no solo por el impacto ambiental que tiene para la población de la zona y todo el ecosistema en sí mismo, sino porque no tiene una medida punitiva a la fecha. 

Hoy en día, la deforestación la ejercen grandes grupos económicos que desmontan para expandir la frontera agropecuaria, el monocultivo y la venta de materia prima, actividades de las que las comunidades del Gran Chaco no resultan beneficiadas, así como tampoco el territorio. La tierra que se usa para la explotación agrícola-ganadera implica la llegada de empresas que continúan contaminando, y benefician solamente a quien se apropia de las hectáreas deforestadas. 

 

¿Cómo afecta a las comunidades indígenas? 

 

En 2020 elaboramos desde APCD un informe llamado “La deforestación de nuestros bosques nativos” este estudio no sólo documentó el avance del desmonte, sino también el impacto directo en las poblaciones indígenas de la zona, cuya relación con el ambiente es indisoluble.

Para los pueblos indígenas el bosque no es solo una fuente de recursos. Es una unidad de vida integral, fuente de conocimiento, con profundos anclajes comunitarios y afectivos, y espacios espirituales y religiosos “refiere a un ámbito integral de vida”. La deforestación para las comunidades trae una erosión de sus mecanismos de tradición cultural, implicando procesos de pérdida de la identidad social y empobrece la diversidad cultural. 

La organización ya nos había visitado el año pasado, esta vez fortalecimos lazos en contra de la deforestación.

Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace, destacó durante su visita a Formosa la importancia del trabajo de APCD para visibilizar la situación de los pueblos originarios y su vínculo con los bosques, así como la amenaza de la deforestación. “Greenpeace considera crucial avanzar en conjunto para impulsar el respeto por los derechos y territorios indígenas” afirmó.

Las comunidades indígenas sufren una erosión de sus mecanismos de tradición cultural a causa de la deforestación.

Un desequilibrio silencioso

 

Como dijo Noemí Cruz, una de las integrantes de la organización que nos visitó decía al momento de publicar este informe: “Los desmontes provocan cambio climático, desaparición de especies, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos de indígenas y campesinos, y pérdida de alimentos, medicinas y maderas. Estamos ante una evidente emergencia climática y de biodiversidad que debería llevar a que los gobiernos actúen en consecuencia, prohibiendo los desmontes, en lugar de promoverlos”.

El desmonte relevamiento de Greenpeace en 2024 indica que las hectáreas desmontadas equivalen a cinco veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.  Imaginemos por un momento lo que eso significa.  Actualmente no hay una condena y se despersonalizan responsabilidades, pero la deforestación se trata de empresas o bien de grupos que realizan esto de manera ilegal. En abril del año pasado Greenpeace informó datos históricos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación: entre 1998 y 2024 se desmontaron “cerca de 7 millones de hectáreas, una superficie similar a la provincia de Formosa”.

“Greenpeace considera crucial avanzar en conjunto para impulsar el respeto por los derechos y territorios indígenas

En un momento de fenómenos producto del cambio climático -recordemos las recientes inundaciones por desbordes de los ríos Bermejo y Pilcomayo en zonas donde habitan comunidades Nivaclé– es fundamental hacer visible que la actividad humana es un agente de cambio. 

Nuestro Objetivo: Que la Deforestación Sea Delito Penal

 

A pesar de la Ley de Bosques de 2007, en Formosa se deforestaron más de 540.000 hectáreas desde entonces. La provincia casi cuadruplicó los desmontes después de la ley (perdiendo 95.010 hectáreas entre 1998 y 2007). Esto se debe a un Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos que permite desmontes en casi el 70% de su territorio. Es urgente modificarlo para evitar más pérdidas de bosques. Además, la provincia tiene pocas áreas protegidas y promueve la ganadería intensiva, generando más desmonte y fragmentación. A esto se suma la falta de reconocimiento y titulación de territorios indígenas en vastas superficies.

“Los desmontes provocan cambio climático, desaparición de especies, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos de indígenas y campesinos, y pérdida de alimentos, medicinas y maderas.

Estamos ante una evidente emergencia climática y de biodiversidad que debería llevar a que los gobiernos actúen en consecuencia, prohibiendo los desmontes, en lugar de promoverlos”.

Por todo esto, construimos lazos con un objetivo común: que la deforestación sea considerada un delito penal en Argentina.

En los encuentros con Greenpeace estuvieron presentes miembros de la comunidad wichí de Tres Pozos.

 

Desde APCD trabajamos junto a las comunidades. Tratamos de encontrar formas sustentables de generar energía. Asimismo, nos proponemos abastecerlas de recursos esenciales para la vida. Por último, desarrollamos formas de trabajo que respeten la cosmovisión de los Pueblos Wichí y Nivaĉle en el Gran Chaco Argentino.

Tu aporte es fundamental. Te invitamos a colaborar con nuestro trabajo y a compartir esta información. La difusión es nuestra mejor herramienta para generar conciencia y acción colectiva. ¡Sumate!

 

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