¿Por qué acompañamos a los jóvenes?

Jóvenes wichí culminando una jornada de intercambio y formación.

Desde APCD decidimos  fortalecer la identidad Wichí desde la pertenencia a sus territorios históricos, con el intercambio generacional entre los jóvenes y los mayores de las comunidades.

Los jóvenes indígenas, al haber nacido en esta época y  contexto, tienen un conocimiento y manejo de las herramientas y situaciones que son propias de la sociedad actual. Sus padres y madres se han formado en otro medio, por lo cual es necesaria su adaptación constante, ante las nuevas tecnologías y problemáticas. Las generaciones anteriores han sido nómades y con conocimientos prácticos para la vida en el monte.

Los jóvenes de los Pueblos Originarios tienen una gran diversidad de capacidades, pero muchos de ellos también sufren de baja autoestima provocada, en muchos casos, por contextos adversos expresados en acciones y actitudes de discriminación y racismo cotidiano. Varios son arrasados por la desesperanza y las adicciones a las drogas.

El entorno adverso en el que viven los jóvenes indígenas no ofrece propuestas, no los tiene en cuenta; no genera espacios que les permita desarrollar sus habilidades. Como una demanda explicitada, comenzamos a acompañarlos. Teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, decidimos partir desde la identidad como persona, en relación con su comunidad, con su cultura; por formar parte de un pueblo con sus costumbres y tradiciones.

En APCD,  hace ya unos años impulsamos el fortalecimiento de la identidad  Wichí desde la pertenencia a sus territorios históricos; promoviendo campamentos y visitas a estos territorios, con jóvenes y personas mayores de las comunidades, suscitando el traspaso de conocimientos y saberes ancestrales, incorporando relatos y mitos de la historia propia. Por otra parte, impulsamos la expresión artística y el manejo de nuevas tecnologías, no sólo como temáticas de capacitación, sino también, como un medio metodológico de aumentar la autoestima y la autovaloración.

En los contextos de violencia en los que viven, estas prácticas generan entusiasmo  para continuar estudiando y  terminar su secundario o iniciar un terciario.

El sentido de pertenencia “al grupo” es muy fuerte, genera cohesión y ganas en los más chicos de formar parte. La agrupación es una modalidad de organización de los jóvenes,  disparador de pensamientos y de distintas acciones.

Las actividades y capacitaciones (artísticas, de comunicación, de informática y otras) sirven para ampliar los canales por los cuales los jóvenes de los pueblos originarios, de las comunidades, producen y comparten una mirada distinta del mundo y de su realidad.

 

 

 

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